iensa durante un segundo cómo ha cambiado irremediablemente tu vida, sin esperar a que estuvieras preparado, sin preguntar, te aleja de  personas que jamás pensaste que te abandonarían, te sitúa en medio de un montón de extraños, te revuelve las ideas y te venda los ojos dejándote en mitad de un mundo que no comprendes. Sólo esperas que al final todo acabe en su sitio, que encuentres tu lugar, que estés con las personas a las que quieres, y que te quieren, porque en el fondo todo lo demás sobra. Esperas que tu tren encuentre pronto la vía correcta, aunque sabes que el camino no va a ser exactamente sencillo, todo se complica cada vez más y más… Sabes que habrá baches, que no siempre la vida será dulce, pero al final todo esto merecerá la pena.
Mientras, esperas tirado en medio de la nada, esperando que algo te saque de este lugar; aunque quizás ya va siendo hora de dejar de esperar y ser tú mismo quien te saque de aquí.